miércoles, 26 de junio de 2013

Son argentinos, eso no tiene comparación.



Hoy me voy a remitir a una manera distinta de escribir como lo venimos haciendo con Tomás en el blog. Sí, como se darán cuenta estoy redactando en primera persona porque así es como vivimos el sentimiento nosotros los argentinos cuando tenemos que discutir sobre el deporte que más amamos. Además, en esta ocasión especial, más aún se aviva esa sensación porque se trata de la gran discusión de la cual se habló en los últimos 8 años aproximadamente. ¿Maradona o Messi? ¿Quién es más grande? ¿Quién es el mejor de la historia? ¿Vale hacer una comparación?
Es difícil remitirse a este tema sin mirar hacia atrás, sin mirar los logros y los contextos en que cada uno hizo su aparición. Maradona llegó en momentos oscuros y dolorosos de nuestro país y con su fútbol hizo delirar a todos y hasta abastecer una sed de revancha que año tras año se acrecentaba en los corazones de los argentinos. Porque Diego llegó en el momento justo, en el que había que levantar a un país que estaba caído y él con sus gambetas, sus goles y su inmensa personalidad dentro de las canchas, creó una revolución. Por eso es difícil comparar. Por eso es inexplicable hablar de la masividad, de la locura y de la sensación que generó un simple jugador nacido en Villa Fiorito. Los expertos siempre hacen la comparación según los títulos o los equipos o las estadísticas propias de cada jugador, pero no se detienen a ver la influencia y hasta el gran cambio que genera en la gente jugadores como Maradona.
El caso de Messi es distinto, es sabido. A él, las estadísticas, los títulos, lo acompañan. Tuvo la suerte de nacer futbolísticamente en uno de los mejores equipos de la historia mundial, el Barcelona. Es por eso, que la grandeza de un jugador tan impresionante que ha sido elegido como el número uno en cuatro ocasiones seguidas, deja la gran duda de quién es más grande. El problema de Lionel es el mismo de siempre: ganarse el corazón de completamente todo un pueblo que tiene como mayor referente a Diego Maradona. Igual esto no significa que ese es el objetivo de La Pulga, pero bien por dentro se sabe que él quiere quedar en la historia de su país y no sólo por lo que logró en el Barcelona. Afortunadamente, poco a poco, esto lo viene logrando en base a mostrar que cada vez con más intensidad, los equipos (la selección y el Barsa) dependen de su presencia. Esta presencia en cancha le valió un apoyo popular cada vez mayor que hizo cambiar el pensamiento en la gente, haciendo que muchos quieran que gane el Mundial más Messi que Argentina, para que se convierta definitivamente en el más grande de todos y llegar a la cumbre que tiene hoy Maradona.
Pero, a cada situación se le puede ameritar una conclusión: es propio de cada argentino, estereotípicamente hablando, que se trate de ver quién es mejor que quién. ¿Es realmente necesario que busquemos quién es el mejor de todos los tiempos? Creo que es algo que hay que cambiar y abrir los ojos y agradecer que los dos sean argentinos y que los dos hagan de nuestro fútbol, el más grande.

Por: Ignacio Rovito. @NachoRovito. OlfatoDeGol ®

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