Uno
de los problemas que yacen en el fútbol argentino, desde el comienzo de la
época de torneos cortos, ha sido el de la poca continuidad que tienen los
directores técnicos en su cargo. La necesidad de buenos resultados
inmediatamente más la presión de las hinchadas de los equipos son factores en
las decisiones de entrenadores de quizás con no más de 10 partidos dejar su
lugar en el banco de suplentes. ¿Tiene este problema solución? ¿Los torneos
largos serían la respuesta necesaria para terminar con este conflicto? ¿Es sólo
una cuestión de los equipos grandes o también de los chicos?
Foto: www.mundod.lavoz.com.ar |
Las
preguntas previas indican que el cambio debería estar en cada uno de los
estamentos que integran el fútbol de nuestro país, es decir, tanto los
jugadores, los dirigentes de los clubes, la AFA, los hinchas y los propios
entrenadores deberían buscar la solución para intentar terminar con este
problema. La poca continuidad de los técnicos sólo genera fracasos
institucionales y revueltas en los simpatizantes que agravan seriamente la
situación de mucha gente ligada con el deporte. El ejemplo más cercano es el de
River Plate que descendido en el año 2011, llevaba en esas tres que le valieron
su promedio para jugar la promoción que luego perdería, 6 directores técnicos
(Gabriel Rodríguez, Néstor Gorosito, Leonardo Astrada, Ángel Cappa y Juan José
López). Mismo caso que el de Independiente, actualmente en zona de descenso y
que contó con 6 entrenadores (Daniel Garnero, Antonio Mohammed, Ramón Díaz,
Cristian Díaz, Américo Gallego y el actual Miguel Ángel Brindisi) también y con
ninguna de las cortas etapas de ellos al mando consiguió buenos resultados,
exceptuando a Brindisi que sigue en su cargo y no puede ser juzgado.
Solamente
en esta temporada, de los 20 equipos que integran el torneo de Primera
División, 12 no cuentan con el entrenador con el que empezaron y en esos clubes
en total, sumando a todos los que tomaron el cargo, son en total 38. Los
números son claros, casi el doble de directores técnicos por cantidad de
instituciones en el torneo muestran el profundo problema. Sin embargo, hay
algunos que intentan evitar el conflicto, pero lo lograron lamentablemente solo
a base de resultados. El mejor caso quizás es el de Vélez que cuenta con
Ricardo Gareca desde 2009 y ha logrado llevar a los de Liniers a lo más alto de
la Argentina ganando el Clausura 2009 y el Inicial 2012, además de llegar a
semifinales en la Copa Libertadores del 2011. La otra institución que fomentó
la continuidad de uno de sus técnicos fue Arsenal que se mantuvo también en la
cumbre del fútbol nacional con Gustavo Alfaro ganando el Clausura 2012. El ex
DT de Rosario Central, Quilmes y Patronato, entre otros ya lleva 3 años en el
club y es su segunda etapa.
Los
dos entrenadores que mejor representan la continuidad son José Pepe Romero y Ricardo Ruso Zielinski. El entrenador de All
Boys está en el club hace 6 años y logró ascenderlo desde la Primera B
Metropolitana hasta la Primera División y mantenerse en la categoría. En los
últimos días, buscando ampliar su futuro decidió no renovar su contrato. Caso
contrario del Ruso, que arregló con
Belgrano de Córdoba su continuidad por 1 año más y que ha conseguido impecables
campañas en los últimos 3 años ascendiendo de la B Nacional y siguiendo en
primera, siendo esta última la mejor de la historia de la institución.
Lo
que no muestran estos ejemplos es que a largo plazo es mejor confiar en los
nuevos proyectos ya que se consiguen excelentes resultados. La presión que generan
las hinchadas en cuanto a conseguir buenos rendimientos rápidos imposibilitan
esto, pero las dirigencias con un buen plan deberían intentar sustentarlos. Sin
embargo, al ser torneos cortos más el sistema de promedios que implica que las
campañas previas afecten a la actual imposibilitan esos intentos, a pesar de
las excepciones mostradas anteriormente.
Fuentes Utilizadas:
Por: Ignacio Rovito. @NachoRovito.
OlfatoDeGol ®
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