Rodrigo Mora en el día de su presentación |
Uno
de los equipos más grandes de la Argentina regresaba para la temporada
2012/2013 a Primera División, luego de transitar un año en la Primera B
Nacional tras el histórico descenso en 2011. Comandado por Matías Jesús Almeyda
como director técnico, River Plate buscaba volverse a meter en los puestos de
vanguardia del fútbol nacional. Es por eso que el Presidente de la institución,
Daniel Passarella, buscaba satisfacer los deseos del Pelado en hacer un equipo veloz. Con esa excusa, la decisión del Kaiser fue de no renovarles el contrato
a Alejandro Domínguez y Fernando Cavenaghi, principales artífices del ascenso,
para intentar traer nuevos delanteros más jóvenes. Como consecuencia, River contrató por seis
meses a Rodrigo Mora, ex goleador del Defensor Sporting uruguayo. Al charrúa,
se le sumaron las incorporaciones de Gabriel Mercado, Marcelo Barovero,
Jonathan Botinelli, Ariel Rojas y Carlos Luna, como los principales, sumado al
regreso de Manuel Lanzini del Fluminense de Brasil.
Matías Almeyda y su emotiva despedida |
El
torneo a afrontar entonces, era el Inicial 2012. El debut en el estadio Antonio
Liberti no fue próspero como se lo esperaba -derrota 2 a 1 contra Belgrano de
Córdoba- aunque rápidamente, pudo recomponerse para conseguir dos triunfos
consecutivos ante Estudiantes 2 a 1 y Tigre por 3 a 2. Sin embargo, la
irregularidad fue lo que lo destacó a River en este torneo que solamente sumó 3
puntos en los siguientes 5 partidos, sin ganar en ninguno de ellos. A pesar de
esto, inesperadamente se encontró con dos partidos que resultaron ser los
mejores del conjunto de Núñez: 4 a 0 a Arsenal, en Sarandí y 5 a 0 a Godoy Cruz,
en El Monumental. Sosteniendo esa
irregularidad y ya con muchas dudas sobre la continuidad de Almeyda a su cargo,
River volvió a perder -1 a 0 con Quilmes, de visitante-en la antesala a recibir
a Boca para el Superclásico del
fútbol argentino. El partido tan esperado fue favorable al equipo de la banda
roja que venía ganando 2 a 0 con goles de Leonardo Ponzio y Rodrigo Mora, pero
un infantil penal de Leandro González Pires que transformó en gol Santiago
Silva y Walter Erviti, sobre el final del partido, le dieron el empate final al
Xeneixe. El resultado significó un
gran bajón anímico en el plantel riverplatense que en los siguientes 5
partidos, ganaría tan sólo 1 y empataría 4. Como consecuencia, Passarella tomó
la determinación de despedir de su cargo a Matías Almeyda. En su reemplazo,
llegaría para el próximo torneo, un técnico con mucha historia ganadora en el
club, Ramón Díaz. River ganaría con su DT interino, Gustavo Zapata, los 2
partidos restantes del Inicial -1 a 0 a Lanús, de local y 2 a 0 a San Martín de
San Juan, de visitante- y terminaría con 29 puntos en la octava posición.
La presentación de Ramón Díaz |
Con
la mentalidad ambiciosa de Ramón, River emprendía un camino nuevo en el 2013
para intentar luchar por conseguir el campeonato local y la Copa Argentina. Es
por eso que Daniel Passarella se encargó de negociar el pase de Leonel
Vangioni, volante figura en el Newell’s Old Boys subcampeón del torneo
anterior, y de pedir a préstamo a Juan Manuel Iturbe, juvenil promesa del
fútbol argentino. River arrancó derecho en el Torneo Final ganando sus primeros
3 partidos -2 a 1 a Belgrano, en Córdoba; 1 a 0 a Estudiantes y 3 a 2 a Tigre,
ambos en Núñez-aunque no pudo sostener esa racha ya que cayó derrotado en el
clásico con San Lorenzo, en Boedo, por 2 a 0. A partir de este partido, los
dirigidos por Ramón Díaz continuarían un andar irregular en el resto del
campeonato, aunque no se despegó nunca de los cuatro primeros puestos de la
cumbre del Final. Esta discontinuidad de resultados se expresó estadísticamente
en que no ganó dos partidos seguidos en el resto del torneo. Sin embargo, llegó
hasta la anteúltima fecha con chances de ser campeón. El clásico con Boca fue
nuevamente un empate 1 a 1 y como el anterior, River desaprovechó chances para
expandirse en el resultado y llevarse la victoria, sobre todo en el primer
tiempo, pero la suerte no estuvo de su lado. Finalmente, terminó el Torneo
Final con 35 puntos, subcampeón y clasificado a la Copa Sudamericana, por lo
que vuelve a jugar una copa internacional después de 4 años.
El
fracaso más grande de River en la temporada fue la derrota, con un equipo
alternativo, en los dieciseisavos de final de la Copa Argentina con Estudiantes
de Buenos Aires por 1 a 0. Para la respectiva competición, se especulaba
económica y deportivamente que el equipo saliera campeón, pero se llevó una
sorpresa con un club de la tercera división del fútbol argentino.
En
conclusión, el balance de la temporada de River fue positivo, terminando con 64
puntos sobre 114 partidos, es decir, un 57 por ciento de efectividad y logrando
la clasificación a la Copa Sudamericana junto con el subcampeonato local. Sin
dudas que Ramón Díaz fue un peso pesado en la obtención de las mencionadas
estadísticas por lo que la masividad de la hinchada riverplatense le atribuye
los logros obtenidos a su llegada al club. Para la próxima temporada, se espera
pelear en dos frentes y conseguir al menos un título que llevaría a River Plate
nuevamente a la gloria del fútbol argentino.
Por:
Ignacio Rovito. @NachoRovito. OlfatoDeGol ®
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