viernes, 4 de julio de 2014

Hace 60 años Alemania se hacía potencia

Siempre se dice que "el Mundial es todo" cuando se acercan las vísperas de la cita mundialista o mismo cuando suceden cosas alrededor del plano futbolístico, producto de la repercusión que genera el torneo de países más importante del mundo.El 4 de julio de hace 60 años ocurría el que se conoce como "el Milagro de Berna".
En Suiza 1954 se dio el retornó de un país europeo como organizador de un campeonato mundial, luego de la terrible Segunda Guerra Mundial entre 1935 y 1945. Justamente por eso el país suizo, que había sido neutral, fue el que acogió el quinto Mundial. El principal favorito era Hungría que presentaba jugadores de renombre para la época como Bozsik, Czibor, Toth, Kocsis y el gran goleador, Férenc Puskas. En el mundo europeo eran conocidos como los Mighy Magiars o Poderosos Magiares.
En su camino a la final, los húngaros consiguieron goleadas tremendas, entre ellas un 8 a 3 a Alemania, y terminaron con un promedio de gol de 6,25 goles por partido. La humillación que le había provocado las dos guerras llevaba a Alemania igualmente a su primera final en la historia de un Mundial. De manera sufrida, eliminó a Turquía, tras un desempate, y a Yugoslavia y a Austria.
El festejo de los primeros alemanes campeones del mundo
Sin embargo, en el estadio de Wankdorf en Berna, nadie creía posible que los teutones siquiera le pudieran hacer algo de fuerza a la potencia de Hungría. De hecho, en los primeros ocho minutos de juego, los húngaros a través de Czibor y Puskas ya estaban en ventaja por 2-0. Quizás a partir de este momento, nace esa mística alemana de no darse nunca por vencidos en la historia de los mundiales porque no pasó mucho tiempo para que pusieran el resultado nuevamente en empate, gracias a Max Morlock y Helmut Rahn.
Cerca del final del encuentro, nuevamente Boss Rahn le dio la victoria final a Alemania y lo consagró campeón mundial por primera vez en su historia. "¡Final! ¡Final! ¡Final! ¡Se acabó el partido! Alemania es campeón del mundo, tras vencer a Hungría por 3-2 en la final de Berna", fue el relato del locutor alemán Zimmerman ante la gran sorpresa del Mundial.
Sepp Herberger, director técnico en ese entonces de los germanos, declaró que debió tomar una cierta distancia respecto a este partido: "Es una sensación maravillosa cuando un equipo responde de esa manera a la confianza depositada en su rendimiento. Fue magnífico que pudiéramos vivir aquello".
Propiamente expertos aseguran que ese triunfo fue un punto clave en la sociedad de Alemania que producto de la felicidad comenzó a reconstruir su país y que de no haber sido por el "Milagro de Berna" hubiera sido muy complicado.
Por: Ignacio Rovito. @NachoRovito

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